viernes, 8 de febrero de 2008

Historia de los churros

¿Quién nos iba a decir que esos churros nos iban a traer tantos problemas?

A ver recapitulemos:

Capítulo I Joel nos pide los churros

Hoy me he ido a jugar a la Wii con mis amigos Joel, Patryk y Elena en casa de Joel, así que nos juntamos los tres en mi casa para darle una sorpresa a Joel (el no sabía nada). Así que cogí los mandos, los juegos y cuando los tres nos íbamos a ir sonó el teléfono:

Ring-Ring….Ring-Ring…

Cloc-cloc…

-Soy ¿Vicente quien eres?
-Vicente, (la voz le sonaba desesperado) tienes que ayudarme…
-¿Qué te ocurre, es grave?
-Gravísimo mi madre se ha ido y no me ha dejado merienda
-¿Y que supones que hagamos?
-Compradme algo por ejemplo…¡Churros! He oído que ha venido una tienda muy buena, compradme los más pringosos
-Vale pero…
Piiip-Piiiip-Piiip-Piiiip

Entonces le expliqué a todos que teníamos que comprarle churros.


Capítulo II Compramos los churros

Cogimos cada uno el dinero y nos fuimos a comprarlos, por fin encontramos la tienda y cogimos los churros más pringosos que tenía, tal y como Joel nos lo había pedido.
Pero eran tan pringosos que se nos escaparon y se nos metieron por una alcantarilla, así que cogí y empezamos a pegarle patadas hasta romper la alcantarilla. El problema es que solo Elena cabía por ahí y se metió. Esperamos mucho y Elena sacó una mano y nos dio los churros pero.. ¡Pofff! Al soltar la mano se calló por las alcantarillas, así que Patryk y yo cogimos los churros y nos fuimos.
Segimos hasta casa de Joel pero nos siguió el perro “Coitador” que iba detrás de nosotros, a saber que haría si nos pillara, y corrimos y corrimos, tuvimos que saltar una valla y luego unos rosales, pero Patryk se quedó enganchado y se llenó de zarzas, me dio los churros como pudo y me pidió que siguiera adelante.

Capitulo III Solo yo

Seguí dirección a casa de Joel ya casi lo tenía cuando… ¡Oh, no el escuadron perruno “J-Sender –k´” me estaba cercando que podía que atrocidades me harían entonces, todos saben el código de los Bullet, los Bullet nunca retroceden, dan la vuelta y siguen avanzando. Y eso hice corrí, corrí y corrí pero no me libré de una mordedura de perro. Y luego, anduve con el culín malherido y me encontré a Elena, cubierta de residuos y a Patryk lleno de pinchas.
Y ellos a mí con el pompís mordisqueado.




Capítulo IX Le damos los churros a Joel

Llamamos a la puerta de Joel, este al vernos, nos preguntó ¿Qué os a pasado?

Y entonces le dijimos todos a la vez:

-¡Cállate y comete tus malditos churros!
Y se los metimos en la boca de un golpe.

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