viernes, 7 de marzo de 2008

Historia:

Una pizarra mágica que convierte números y letras en seres animados, esa “amiga” iba caminando cierto día por la calle.
El sueño de aquella pizarra era que los dígitos y las letras, estuvieran donde estuvieran, fueran seres vivos.
Entonces como iba diciendo, caminaba por la calle sin la presencia de dos amigos muy especiales, eran dos gansters, uno, delgado como una pluma y escurridizo como una comadreja, se llamaba Guido. Y el otro fuerte y alto se llamaba Flap.
La pizarra caminó durante largo tiempo y llamó a una puerta y entró, junto con los gansters.
El local estaba lleno de números, y letras, de todos los tipos y tamaños, los dos gansters tuvieron que disfrazarse. Se relajaron un rato, nadie sospechaba nada, la pizarra se estaba tomando un malibú con piña y entonces los gansters se acercaron.
Guido dijo: Oye, sabemos lo que haces.
Y siguió Flap: Si dinos el secreto o prepárate.
La pizarra dio la alarma y todas las letras se lanzaron contra ellos.
Cuando todo parecía perdido apareció un mago salió de quien sabe donde, y les echó un conjuro a todos, menos a los gansters, desde entonces las letras son seres inanimados.
Pero quien sabe, puede que algún día salgan de nuestros ordenadores, pizarras y materiales de escritura para vengarse de la humanidad.

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